Decidí ir por un café, para no perder la costumbre fui sola. Creí que al entrar al lugar el resto de la gente me observaría de modo raro y diferente. Entré. Y en cuanto lo hice, no pasó nada, parecía ser que yo era invisible. Ahí estaba él, un tipo solitario cuyo aspecto se me hacía tan conocido, él tan serio, libre, culto, experimentado y misterioso; me parecía ser un hombre tan interesante. Pasé frente a él, me senté en la mesa de a lado... Estaba claro, era una completa invisible! No pude pensar nada más. Dejé pasar ese momento tan vergonzoso para mi, del cuál nadie se había percatado. Me concentré en lo mío, saqué de mi bolsa mi libro de 'Demian' de Herman Hesse (Por alguna extraña razón no avanzaba con la lectura) y comencé a leer. En fin. Un rato después me percaté de una presencia frente a mi mesa. Era el mismo tipo, me preguntó si podía sentarse conmigo. Yo intrigada y nerviosa acepté. Me dijo que el libro que estaba leyendo estaba interesante, pero que lo era aún más el de “El lobo estepario” (el cual resulta ser del mismo autor). Le dije que había comenzado a leerlo pero que lo había pospuesto por este.
Fue así como comenzamos una plática interesante. Claro, interesante para nosotros, pero tal vez un tanto aburrida para otra persona con un mundo ideológico distinto. Hablamos de temas como el café, y la adoración que tenemos los dos hacía ello, porque no simplemente es la bebida, sino que el proceso de elaboración, derivados y todo aquello que tuviese relación con el café nos brindaba un tema placentero. Los dos coincidíamos que hablar de política y religión confrontaba los mundos. Llegamos a un tema en el que nos causó un tanto de controversia, diferíamos en algunas cosas y en otras estábamos en completo acuerdo. El amor.
Yo le decía que el amor es un sentimiento subjetivo e irracional (Hasta con el hecho de que había leído en la nueva edición de la revista Cosmopolitan que la oxitócica causaba una reacción de atracción y amor y esas cosas). El me dijo que: “El amor es el castigo que se nos impone a las personas que no sabemos estar solas”
No hubo interacción personal, se despidió y se fue... Me quedé pensando tanto en lo que dijo, que hasta se me grabaron textualmente sus palabras.
DISFRUTO DE MI SOLEDAD.
Aportación De:
Paola Zárate Santiago
Co-Editora Xcaanda Blogs
No hay comentarios:
Publicar un comentario